19 jun 2013

Ante todo, coherencia

Cuando te sientas a escribir, sea lo que sea, la historia que sea, creo que debe de existir a coherencia. Porque incluso en Rayuela y en sus dos formas diferentes de leerlo existe la coherencia. La coherencia de los personajes y de sus actos, de la trama, y las sub tramas —siempre necesarias—, que se unen a ella. La coherencia en algo que estás escribiendo es fundamental, así escribas con la corriente más vanguardista del mundo (según mi opinión, la cual no es completamente objetiva y, obviamente, no soy Dios como para pretender saber la verdad sobre todo).

Así que este es mi consejo de hoy: sé coherente con toda tu historia. No escribas sobre personajes que hagan cosas sin razones o simplemente porque sí, dando tumbos en la trama una y otra vez, volviendo al punto de partida una y otra vez. Ser coherente con el mundo que has creado, con los personajes, con la trama principal. La historia no es tan divertida cuando es una historia sin rumbo alguno. ¿Las conoces? Dan tumbos por ahí y por allá porque sus autores no saben que más hacer con lo que escriben. Así que no caigas en eso: no alagues la trama más de lo necesario para pretender entretener a tus lectores si ese alargamiento ya no tiene razón de ser.

Y no olvides tampoco las cosas básicas, no le cambies de color los ojos a tu personaje (a menos de que sus ojos cambien de color por alguna razón, claro), ni el cabello, ni los padres… Básicamente, no cometas ese tipo de errores (a menos de que lo hagas adrede, por supuesto, y con una explicación de más tarde o más temprano quedará plasmada en la trama).

Ya hablé sobre crear personajes coherentes, con por qués, en un párrafo de mi anterior consejo, así que no, no me pienso repetir sobre eso. Hablo sobre la coherencia de la historia en general, esa que muchos fanfiction sobre grupos musicales a veces no tiene. Pongamos un ejemplo, uno muy burdo, para que quede explicado mi punto sobre la falta de coherencia en… eso…

Hablamos de celebridades, supuestamente, y de una chica —rica, por supuesto, aunque nunca lo diga directamente—, que los conoce por alguna suerte de casualidad (a veces, sin mucho sentido, como chocar con su cantante favorito en la calle con toda la naturalidad del mundo). Hablamos de celebridades, repito. No de cualquier cantante difícil de reconocer, no, estamos hablando de una celebridad mundial, con un grupo de fanáticos en casi todo el mundo, al que, obviamente, le es difícil ir por la calle sin que la gente lo reconozca, que no puede entrar a un restaurante sin que lo interrumpan, le pidan fotos o autógrafos. ¿Ya quedó claro de qué tamaño de celebridad estamos hablando? Bien, obviamente en esta historia no es coherente que ande por la calle como si nada. Generalmente tienen guaruras y una seguridad excesiva. Lo más coherente sería que los guaruras le impidieran acercarse demasiado a la chica o cosas así.

También hay personajes adolescentes que dicen ser estudiantes y nunca pisan la escuela, chicas de quince años que viven completamente solas, aunque dicen tener padres (a esa edad necesitas un tutor sí o sí, me parece) y cosas muy por el estilo que parecen creadas para que el autor pueda ahorrarse las cosas que no quiere escribir o en las que no pensó.

Así que si vas a escribir, siéntate, piensa, sé coherente y crea tu historia con una trama atrapante.

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