6 nov 2013

Reseña: Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos

Título: Doña Bárbara.
Autor: Rómulo Gallegos.
Año de publicación: 1929.

Sinospis: Doña Bárbara es un terror en el Llano. Dotada, según las personas, de poderes especiales y una determinación asesina, quiere ser dueña de todo el cajón del Arauca, incluyendo tierras de formas fraudulentas a su latifundio llamado El Miedo. Esto, hasta que Santos Luzardo, primero en misión de querer vender Altamira (lo último que se interpone entre Doña Bárbara y su deseo), y posteriormente en su determinación de no ceder más ante los despropósitos de doña Bárbara, entra en escena y se vuelve una piedra en el zapato para la mujerona, que, con sorpresa, descubrirá que el autocontrol de este hombre y que a éste parezca importarle en lo más mínimo ella, genera una gran atracción hacia el citadino que se verá enfrentado a la barbarie de la llanura.

«Doña Bárbara» no es mi primer encuentro con Rómulo Gallegos. Con anterioridad, leí «La Trepadora» tiene su respectiva reseña en mi blog. Dentro de esta novela, nos encontramos a doña Bárbara, una mujer de llano que es, precisamente, llamada el Terror del mismo puesto que maneja las fuerzas judiciales a su antojo para que siempre estén del lado de sus intereses, tiene un fermentado grupo de matones a los que todos temen, y su única ambición es ser dueña de todo el cajón del Arauca. Pero entre ella y su deseo se opone una sola cosa: Altamira y su dueño, Santos Luzardo, último vástago de una larga línea de llaneros que fue criado en Caracas, en un empeño de su madre de apartarlo de toda la barbarie del Llano, cosa que logra. Entonces Altamira vive al mando de mayordomos, pero vendrá esto a ser lo más contraproducente, puesto que Doña Bárbara se valdrá de esto para ir mermando, cada vez más, la extensión real de Altamira. Hasta que Santos decide dejar Caracas, ir hasta el Llano y concretar la venta de Altamira; pero la sangre llanera terminará haciéndolo cambiar de parecer...

Una de las cosas más interesantes de esta historia es la representación de la dupla barbarie-civilización. Mientras que Santos representa la civilización, doña Bárbara representa, cómo no, la barbarie del campo. Ahora bien, me inclino a pensar que Gallegos no le colocó el título a esta insigne obra por el personaje de doña Bárbara en sí, sino por lo que ésta representa: «Ésta mujer es la bárbara; es el Terror del llano». De esa manera, la utilización de estos personajes como metáfora para contrastar lo que ya he dicho se hace aún más evidente. Santos llega a Altamira con ganas de civilizar al Llano; una de sus tesis es que por qué el llanero venezolano se niega a abrazar las tecnologías de la modernidad para producir más y mejor, como se ha hecho en otros países, y en cambio sigue empeñado en hace las cosas a la antigua.

No es el primer autor que expone una concepción desde ese punto de vista (¡¿Por qué no se adoptan mejores —y más eficientes, así como menos errosivos– sistemas, costumbres para producir?!). Uslar Pietri, unos dieciocho años después, escribió «Se habla mucho en Venezuela de la erosión de la tierra. (...) Los que queman montes, los que talan bosques, los que siembran en conucos, los que cultivan en laderas, están destruyendo de manera continua la delgada capa vegetal (...) toda la gente sensata y culta está de acuerdo en que hay que detenerla. Es cuestión de llevar esa convicción a todos los terratenientes, a todos los campesinos (...).». Es aquí donde vemos la utilización de Gallegos de la literatura de ficción como un medio de meterse en la cultura de la sociedad y, a partir de allí, criticarla y hacer hincapié en lo que es necesario cambiar. No obstante, a pesar de eso, esta «novela de llano» sigue las peripicias de una clase social que intenta vivir con lo que siempre ha conocido: sabana, cerros, ganado, injusticia y palabras mal dichas. Es, en medio de todo esto, la positiva historia de un hombre con ideales muy altos que, poco a poco, se va dando cuenta que son muy difíciles de alcanzar.

Al comienzo decía que no me parece que el título «Doña Bárbara» sea tanto por el personaje en sí, y esto es porque doña Bárbara no tiene tanto protagonismo como uno podría pensar. Es más, su desaparición, aunque comprensible unos tantos capítulos antes del último (todo vuelve a donde pertenece), me resulta un tanto forzada y hecha por necesidad de la trama. Aunque, si le damos más ponderación a un hecho en concreto (que no revelaré por obvias razones), el destino final de este personaje es un trago menos difícil, valga la redundancia, de tragar.

En conclusión, «Doña Bárbara» es la historia del Llano y su barbarie, sus sabanas libres sin que ningún hacendado se atreva a cortarla con cercas, sus animales y de la raza que vive en ella. Como termina la misma historia: «¡Llanura venezolana! Propicia para el esfuerzo como lo fuera para la hazaña, tierra de horizontes abiertos donde una raza buena ama, sufre y espera!...».

Sobre el autor

Rómulo Gallegos Freire nació en Caracas en 1884. En 1904 se graduó de bachiller en Filosofía y, mientras aún estudiaba bachiller, fue maestro de primaria. Fue Director del Colegio Federal de Barcelona y Sub-Director del Liceo «Caracas» (Hoy «Andrés Bello»), posteriormente, también fue Director del mencionado liceo
Su primera obra fue «El último Solar», hoy en día «Reinaldo Solar», pero no fue sino «La trepadora» la que le abrió el camino para que posteriormente «Doña Bárbara» representara su consolidación en el mundo literario hispanoamericano.
Fue el primer presidente electo por voto universal, directo y secreto, por una mayoría abrumadora, en Venezuela. Lamentablemente, nueve meses después de su nombramiento, fue derrocado por un golpe de Estado.
Falleció en abril de 1969, en Caracas.

1 comentario:

  1. Muy bien el trabajo estuvo muy bien (y) pero hubiera sido excelente si le hubieras puesto un poco mas a la reseña :/ pero buen trabajo :)

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