Título: La niebla (en el idioma original, Skeleton Crew).
Autor: Stephen King.
Año de publicación: 1985.

Sinopsis: El maestro se supera a sí mismo... en aterrar. He aquí una serie de historias -unas horripilantes por su extravagancia; otras, tan terroríficas que disparan el corazón- que son el producto más acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo.

En estos días, en la mayoría de los países, se están preparando las festividades dedicadas a los espíritus del más allá, a los parientes y amigos que ya se han ido. Mientras que en sitios anglosajones es popular el Halloween (31 de octubre), en América Latina y algunos otros lugares lo más común es celebrar el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de Muertos (2 de noviembre). Por supuesto, algo típico en esas fechas son los relatos que exploran lo más recóndito y horrendo de la imaginación humana, entre mito y leyenda urbana, con tal de arrancar algunos sustos. Y en esto el señor King es uno de los expertos.

Su servidora redacta la presente entrada desde una ubicación distinta a la habitual. Eso es debido a haber salido de viaje, cosa que procuro que suceda, al menos, una vez al año, sobre todo para salir de la rutina. El comentario viene a colación debido a que, sin duda, han sabido de novelas que no habrían existido sin un viaje de por medio.

Título: El Señor de los Anillos III. El Retorno del Rey (en el idioma original, The Lord of the Rings III. The Return of the King)
Autor: J. R. R. Tolkien.
Año de publicación: 1966.

Sinopsis: Los ejércitos del Señor Oscuro van extendiendo cada vez más su maléfica sombra por la Tierra Media. Hombres, elfos y enanos unen sus fuerzas para presentar batalla a Sauron y a sus huestes. Ajenos a estos preparativos, Frodo y Sam siguen adentrándose en el país de Mordor en su heroico viaje para destruir el Anillo de Poder en las Grietas del Destino.

Título: Noche de viernes

Autor: Jordi Sierra i Fabra

Año de publicación: 1993

Sinopsis: Cinco jóvenes: Lázaro, José Luis, Mariano, Serafín e Ismael, salen como cualquier otro viernes, visitan los bares habituales y hacen lo que se debe hacer en fin de semana. Pero esta vez será distinta, los rollos personales de cada uno y la creciente ire que llevan dentro de sí, acabarán desembocando de la forma menos pensada... y después nada será igual.