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19 oct 2014


Su servidora redacta la presente entrada desde una ubicación distinta a la habitual. Eso es debido a haber salido de viaje, cosa que procuro que suceda, al menos, una vez al año, sobre todo para salir de la rutina. El comentario viene a colación debido a que, sin duda, han sabido de novelas que no habrían existido sin un viaje de por medio.

14 sept 2014

Recientemente me asaltó la curiosidad por leer una novela que seguramente a algunos les ha de sonar, ya sea por el título, por su adaptación cinematográfica o porque su nombre se usa de apodo para una selección nacional de fútbol: La naranja mecánica. En la presentación que se hace del autor en una página previa a la novela, se comenta que casi todas las obras de Anthony Burgess se alejan bastante del de su novela más famosa, precisamente La naranja mecánica. Eso me hizo pensar por un largo rato en esos autores que son reconocidos con una sola obra.

En lo personal, cuando me entero que la novela que leo es la única famosa del autor siento algo de curiosidad, al mismo tiempo que, si dicha novela me gustó, me pregunto el por qué alguna otra de sus obras no es igual de conocida. En ocasiones las historias personales de los autores dan parte de la respuesta (quizá el escritor en turno murió joven, o escribió de otros temas); sin embargo, hay otros factores que pueden influir en ello.

Que solo se conozca una novela de cierto escritor a nivel mundial puede ser, en el más extremo de los casos, porque es la única obra que hizo en su vida. Ese es el caso de Cumbres Borrascosas, única publicación en prosa de Emily Brontë, que además en su tiempo tuvo una recepción más bien tibia al salir al público, debido a su estructura y temática. ¿Qué más habría escrito Brontë si su novela hubiera sido más apreciada y además, su salud no la hubiera traicionado? Quién sabe...

En otros casos, el autor pasa desapercibido al inicio de su carrera y de repente, uno o más de sus libros llega al gusto de tantísima gente que pronto empieza a conocerse, a quererse leer todo de él o ella, incluyendo esas primeras obras. Eso pasó con Suzanne Collins y su trilogía Los Juegos del Hambre: la gente no sabría que Collins tuvo algunas obras previas si su triada distópica no se disparara hasta los primeros puestos de la lista de best sellers.

Lo anterior deja ver que no importa sobre lo que se escriba ni el estilo con el cual se haga, al final es el lector quien decide lo que se queda grabado en la historia como una gran obra, un clásico del género quizá. Si alguno de los asiduos visitantes quiere seguir el camino de las letras, que no se desanime si logra publicar su primera obra y nada sucede: puede que esa no sea la que acabe llevándolo a la inmortalidad.

17 ago 2014

¿A quién de nosostros, lectores habituales, devoradores de libros, ratones de biblioteca, no nos gusta sacar un libro nuevo de una bolsa de papel brillante etiquetada con nuestro nombre? O, bueno, ¿por qué solo uno? ¿No pueden ser dos, tres o cuatro? ¿O la wishlist entera de ser posible? 

Porque nos gusta que nos regalen libros; sí, comprarlos es genial, porque es un logro, uno más a la biblioteca personal conseguido con nuestros recursos... a veces con el dinero del mes que nos dan, con lo que ganamos trabajando o con lo ahorrado a base de quedarnos con el vuelto del pan. Pero un regalo es emocionante, especialmente cuando se trata de ése libro, el que querías, el que estabas buscando, el que estaba demasiado caro; también es emocionante porque no sabes qué libro será; no fuiste tú a la librería, no estás seguro de que quién te lo regalo interpretara correctamente tus gustos, así que es todo un misterio si acertará o no.

6 jul 2014

Quizá lo siguiente con lo que me he topado sea todo un descubrimiento para mí, pero para el resto de los mortales sea la cosa más obvia y que no necesitaba ser dicha del planeta. Probablemente sea lo último. Lo digo, también, porque de alguna forma la idea ha estado dando vueltas en la mente a un nivel casi inconsciente desde siempre, sólo que en muchos casos (al menos quiero creer) a nivel consciente tarda en llegar. Es la realización de que los cuentos tienen su propia idiosincrasia; creo que hasta puedes verlos pavonearse en sus estancias caras y alargadas, suntuosos palacios que vienen de la inmediatez de sus dueños. A pesar de que pueda parecer que la única diferencia entre el cuento y la novela es sólo la extensión, no es así, como bien ha visto García Márquez y cualquier otro avispado. No quiero decir que mis palabras sean originales. Lo más probable es que todo lo que vaya a decir aquí ya haya sido dicho, con mejores palabras y mejor prosa que los míos.

11 may 2014

Actualmente el fenómeno literario de las sagas, tan de moda entre los lectores más jóvenes y/o que apenas comienzan en el mundo de las letras, ha desplazado un poco a los clásicos literarios, al menos, en popularidad.

30 mar 2014

Tal vez no se piense así, pero la utilización de sucesos de nuestra propia vida en nuestras historias puede ser más común de lo esperado. Podemos tomar en cuenta historias que están directamente influenciadas por la vida del escritor, por ejemplo «Las cuitas del joven Werther», de Goethe, puesto que la historia de Werther y del Goethe mismo tienen ciertos paralelismos (cumplen años el mismo día, dejan a sus amadas el mismo día, una situación parecida en la imposibilidad de tener la amada...); pero, también podemos tomar en cuenta otra cuestión: todo lo que hacemos en la vida está impregnado de nosotros. Y no me malinterpreten, no estoy hablando de una especie de aura que se queda pegada cuando escribimos algo, o de nuestro espíritu que mora en lo escrito luego de muertos (?). Es, ni más ni menos, que nuestras historias son precisamente nuestras, nos son íntimas y, por lo tanto, como a un hijo, le conocemos todos los recovecos, los huecos, altos y bajos, y todo lo que la ha llevado a ser como es. Nosotros la hemos llevado a ser como es y, por lo tanto, está impregnada de nosotros

9 mar 2014

Hace poco me encontré con un libro que se calificaba como una apasionante historia de amor entre dos chicos que en realidad tenía una violación en el capítulo cinco. Me pareció denigrante. Esa no es una historia de amor. Me quedé congelada cuando la mitad de las reseñas la halagaban y decían que habían disfrutado el amor de sus protagonistas. ¡Eso no era amor! Uno simplemente abusaba del otro mientras el otro lo aceptaba en silencio. Me dio asco pensar que ese es el amor que se está vendiendo.

24 nov 2013

Para nadie es un secreto que el porqué los jóvenes cometen tantas —¿tantas?— faltas de ortografía tienen claros culpables: los medios electrónicos y las nuevas formas de comunicarse que nacen a partir y por ellos. Esto es, sin embargo, una premisa que resultaría interesante evaluar con una mirada más amplia. Hay que comenzar por el hecho de que, la secuencia lógica según la cual aprendemos a escribir bien, es la memoria visual: no es lo mucho que nos quememos el cerebro aprendiendo las reglas, sino, en más extensión, la memoria visual. De allí que para escribir bien recomienden leer lo más que se pueda. A partir de esta memoria visual, las normas ortográficas también se aprenden luego por el mismo uso, por esto lo vehemente de la segunda recomendación: nunca escribas con faltas de otrografía (A. Bustos, en su blog).

19 nov 2013

La lista de deseos o wishlist es, en la blogosféra literaria, una lista de los libros por comprar o leer que uno ve cada tanto en algún blog. Bueno, casi todos deben ya saber qué es una wishlist, así que esto es solo una muy breve introducción para entrar de lleno a lo interesante.

20 oct 2013

¿Cuál parece ser la constante en cualquier serie de consejos sobre escribir? El hecho de que hay que leer mucho. No importa quién lo diga, no importa quién lo repita; ésta parece ser la convergencia en todos aquellos que son tan osados como para atreverse a dar un consejo. Comparémoslo con algo: en cualquier carrera técnica o que involucre alguna ciencia exacta, las personas, los aprendices, aprenden (por experiencia empírica o a priori) los fundamentos de su ciencia; es así como el doctor sabe dónde y cómo abrir de manera limpia con el bisturí a alguien, es así como el geólogo sabe cómo medir patrones en la tierra, o terremotos, y podemos seguir y seguir. Se les enseña y ellos han de pasar por un largo período de aprendizaje antes de estar listo. Pues algo similar pasa con la escritura, salvando una principal diferencia: mientras que los estudiosos de la ciencia exacta suelen tener un sólo método, una sola manera de llegar al objetivo, en la escritura hay diferentes y variados caminos para llegar al fin último.

14 oct 2013

Empecemos por preguntarnos qué es un buen lector, qué hace a un buen lector. Lo primero que piensa cualquier persona, esté o no dentro del ámbito literario, es en alguien que lee mucho, tiene amplios conocimientos respecto a libros y autores. Pero últimamente estoy viendo que el término está a merced de muchas subjetividades.

29 sept 2013

Hace poco más de dos semanas, por este mismo medio, tuve el placer de anunciar la Feria del Libro de mi ciudad (entre otras cosillas), ¿recuerdan? Desde hace unos años (tres, a lo mucho), he procurado ir al menos dos veces a la misma: el primer día y uno de los últimos. He logrado ir más veces, pero esas dos ocasiones son inamovibles. Como ejemplo de lo anterior está este año: al momento de redactar la presente entrada, he ido tres veces y estoy por acudir una cuarta vez en unas horas.

Ahora bien, ¿a qué viene esto? A que seguramente, como su servidora, muchos de ustedes, amables lectores, tienen sus experiencias en ferias del libro, no importa la temática de la misma. La de mi ciudad, por ejemplo, es "general": los puestos (o "stands", como prefieran llamarlos) son de diversas editoriales y librerías grandes, ofreciendo artículos de todos los temas. Hay ferias "especializadas", cuya mercancía se enfoca a un tema o temas en particular (si no mal recuerdo, en la capital de mi país hay una que organiza el Poder Judicial de la Federación; se sobreentiende que se enfoca en leyes y cosas así).

Así que, enfocándome, les contaré algunos detalles que he podido observar en mis pequeñas excursiones a las ferias, por lo que si en algo no coincido con ustedes, pueden hacérmelo notar.

Una: si tienes título y autor (y hasta editorial) del libro que buscas, es más fácil que los que atienden los stands te digan si venden el dichoso libro. Sobre todo si preguntas por él en el stand de una librería

Dos: basándonos en lo anterior, si sabes que el título que quieres lo ofrece la editorial "X", ve si esta tiene un stand y pregunta allí. La mayoría de las veces, los precios que manejan son un poquito más bajos o te ofrecen descuentos si compras "Y" cantidad de libros.

Tres: ir en fin de semana a las ferias es una muerte lenta y dolorosa, si es que odias las multitudes y la lentitud en el servicio. En cambio, para pescar ciertas promociones, son los días ideales.

Cuatro: cuando quieres pasearte a tu ritmo en una de estas ferias, nada como ir en solitario. Pero si acaso quieres divertirte, comentar lo que ves e incluso criticar (suele pasar), la compañía es genial.

Cinco: ahorra para esta clase de eventos si sabes cuándo se realizarán. Los adictos a los libros (como su servidora) saben perfectamente que aunque tengan una lista de "objetivos", terminarán excediéndose, y qué mejor que llevar un dinero extra para esos casos.

Seis: ni se te ocurra querer comprar comida y/o bebida en la sede de la feria. Es cómodo, sí, pero te aseguro que te saldrá en un ojo de la cara. Mejor ve con el estómago lleno, con una botella de agua en el bolso y al salir, si tienes hambre, busca en otra parte.

Siete: el calzado cómodo. No lo olvides. Y aún así puedo asegurar que al final del paseo, te dolerán los pies, si es que le das más de dos vueltas al lugar (por más modesto y pequeño que sea).

Ocho: consigue un croquis y el programa. En serio, ciertas sedes son un tanto enredadas (no quieres perderte, créeme) y además, así sabrás dónde está cada stand que quieres visitar y te enterarás si, de pura casualidad, el autor que tanto deseas conocer hará su aparición.

Nueve: No le hagas el asco a ningún stand. No sabes si en ese lugar donde se venden libros de segunda mano o en oferta estará una joya (y lo mejor, ¡a un precio increíble!).

Diez: si ves un libro que quieres y no lo compras enseguida porque apenas empiezas el recorrido, y no lo hallas en ningún otro lado, ¡vuelve por él cuando termines de mirar otros stands! La mercancía que llevan a esos eventos suele ser limitada, quizá no vuelvas a ver tu "objetivo" no solo ese día, sino en lo que resta de la feria.

Repito, lo anterior está basado en mi experiencia, sobre todo en la más reciente, así que puede que algunos no crean en nada de ello y otros coincidan plenamente. Por mi parte, suelo aprender de los "errores" (sobre todo del mencionado en el número diez), aunque a veces me despisto y sin querer, los repito para el año (feria) siguiente. Ya qué...

Espero que alguien nos comparta su vivencia personal en las ferias, así como sus consejos. Nunca se sabe, tal vez la próxima vez que vayas a "cazar" libros, algo de lo dicho en la presente entrada les sea de utilidad.

15 sept 2013

Para la gran mayoría (por no decir todos), el término planificar, dentro del contexto de creación literaria, no será algo nuevo y mucho menos extraño. Hace un tiempo en mi blog escribí una entrada en donde hablo un poco de esto (y del proceso creativo a manera general), y planificar se refiere, básicamente, al hecho de tomar alguna idea que se te haya ocurrido y descubrir (o tratar de descubrir) todos sus recovecos antes de empezar a escribir porque se tiene la creencia de que esto hace que el proceso, en sí, sea mucho más fácil y fluido. Pero déjenme decirles que eso último no es cierto (así como tampoco es falso). Digamos que presenta esta especie de dualidad en donde entran las creencias de las personas; algunos creerán que es indispensable planificar antes de escribir, mientras otros serán partidarios de no hacerlo, sólo dejar que la historia fluya; y cada quien tendrá un poquito de razón.

1 sept 2013

Todos, en mayor o menos medida, conocemos el fenómeno del fanfiction, las historias escritar por fans, que se ha extendido por todo internet y a veces, ha llevado a los autores a la fama mundial (como por ejemplo, Cincuenta sombras de Grey, que inició como fanfic de la saga Crepúsculo y cuya calidad es discutible). Otros, solo han puesto en aprietos a sus autores, como a la escritora de Harry Potter y la sombra de la serpiente, Virginia Pérez de la Fuente, cuya historia se imprimió en Chile, sin su consentimiento, y se vendió como si fuera el último libro de Harry Potter. Otras escritoras de fanfiction se han vuelto reconocidas escritoras, como Cassandra Clare, que originalmente publicó, bajo el pseudónimo Cassandra Claire la conocida serie de fanfics tituladas The Draco Trilogy.

14 jul 2013

A veces olvidamos que leer, en más casos de los que podemos imaginar, es un privilegio. Podríamos decir que hasta un privilegio costoso. Nos olvidamos, también, que leer es una cuestión de gustos y nada se hace al intentar hacer «leer a la sociedad» (aunque resulte lamentable que muchas veces no lo haga, claro está). Que leer es tanto como un derecho como a veces es un deber (¡qué lamentable que en ocasiones debamos ver a la lectura como un deber!). Leer puede servir de mucho y a la vez de nada, al igual como escribir puede ser mucho y a la vez nada. Leer es tener la televisión más grande, con el HD más nítido, con la amplitud más gigantesca, con los colores más vívidos y con la mayor cantidad de detalles que alguna vez podrá conseguirse; es la mejor adaptación que se le hará a un libro en la historia: la adaptación de imaginártelo palabra a palabra, página a página.

16 jun 2013

Hace poco más de una semana, @NeaPoulain publicó una entrada en su blog llamada Los «críticos» que han perdido la capacidad de disfrutar, en donde habla de aquéllos que leen algún fanfic con la clara intención de criticarlo desde que lee la primera palabra (recomiendo pasarse por la entrada para entender bien de lo que hablo, si no estás familiarizado con este tipo de personas). Pues bien, ayer Nea, otra vez, me pasó un enlace a una página con una nota de opinión (vieja ya) en donde el autor (un señor inteligentísimo que firma como Juan Carlos) explica de manera detallada por qué no le gusta Harry Potter y demás pseudoliteratura.

2 jun 2013

La llegada de los ebooks ha resultado en un cambio para la industria editorial. Su fácil almacenamiento y sus bajos costos han supuesto una revolución. ¿Desplazaran a los libros tradicionales? La Era del libro digital ha comenzado.

12 may 2013

Me apasionan los antagonistas de los libros y los de las películas. Me apasionan incluso más que los héroes, capaces de sacrificarlo todo por un buen propósito, o eso dicen. Los malos tienen el alma negra y son capaces de destruirlo todo, y de destruirse a sí mismos, para llegar a su propósito final. Pueden no mostrar ni una pizca de humanidad, aunque la tengan; repelen la debilidad como una alergia; no se detienen hasta que lo que desean se cumple… o hasta que alguien acaba con ellos.

28 abr 2013

Conozco a muchos adultos que voltean hacia la literatura infantil y la miran con cara de poca cosa, peor que a la juvenil. Dicen despectivamente «eso es para niños» y la olvidan rápidamente, sin acordarse de que si ellos empezaron a leer fue gracias a esos libros, que fueron los libros de Micheal Ende, de Fransisco Hinojosa, de M. B. Brozón y los de Roald Dahl —por mencionar sólo algunos, que hay miles—, los que les enseñaron la magia de la lectura, los que los enseñaron a transportarse a un mundo muy diferente.

24 abr 2013

¿Has seguido los consejos de expertos? ¿Has intentado de todo para crear una buena historia y aun así sigues sin estar satisfecho? ¿Ya se te acabaron las personas a las que puedes preguntar cómo diablos conseguir inspiración a toda hora y en todo momento? ¿Ya no sabes que hacer otra vez y tu historia hizo lo que quiso con la trama? Pues bien… recuerda algo… una frase sabia…

¡No todo sale como se espera!