Los Reyes Malditos, heptalogía histórica de Maurice Druon que retrata a una de las dinastías monárquicas más polémicas de Francia. |
Otros hechos reales de los cuales se puede escribir son los de la historia reciente. Escándalos políticos, asesinatos, misterios sin resolver en lugares remotos... También da para mucho una trama basados en ellos. Sin embargo, el autor que se aventure a semejante odisea debe estar bien enterado de las leyes existentes sobre la protección de la privacidad, así podrá tomar las precauciones necesarias para que su novela pueda llegar al público sin ninguna traba legal.
A propósito, en base al anterior párrafo, hay personas que creen que su historia debería ser conocida por el mundo y se proponen escribirla, ¿les suena? De esas tenemos dos versiones: quienes se lanzan de cabeza a plasmar todo en palabras por sí mismos y los que, considerándose poco diestros en la palabra escrita, solicitan la colaboración de algún escritor con cierto prestigio. En ambos casos, los hechos reales reflejados en las páginas son a la vez verídicos y con un estilo digno de ser llamado literatura (al menos la mayoría de los casos).
Considero que merecen mención aparte las biografías. Esos libros, que narran la vida de personalidades importantes, son en su mayoría historia pura, sin una letra que pueda convertir sus pasajes en los capítulos de una novela. No obstante, pueden ser un excelente material de apoyo para las ya mencionadas novelas históricas; además, algunos personajes ilustres experimentaron vivencias tan inverosímiles que no le piden nada a las novelas más intensas.
Tinísima, de Elena Poniatowska. Biografía de Tina Modotti que se presenta con estilo periodístico. |
Así pues, ¿están de acuerdo con alguno de los puntos? ¿Acaso creen otra cosa? ¿Tenemos lectores que quieren incurrir en las novelas basadas en hechos reales? Su servidora espera sinceramente que la presente entrada les ayude de alguna forma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario