Empecemos por preguntarnos qué es un buen lector, qué hace a un buen lector. Lo primero que piensa cualquier persona, esté o no dentro del ámbito literario, es en alguien que lee mucho, tiene amplios conocimientos respecto a libros y autores. Pero últimamente estoy viendo que el término está a merced de muchas subjetividades.
Actualmente, con el boom de la novela juvenil, hay quienes tienden a discriminar a los fan de este género; «éso no es literatura», «les falta leer los clásicos», «no puedes considerarte un buen lector si no has leído tal libro o a tal autor» y tantas otras frases para el bronce.
Pero si partimos de la base de que un buen lector es alguien que le mucho, independiente de qué lee (en dicha frase, éso ni siquiera está especificado), todo prejuicio queda desestimado. Personalmente, considero que si una persona tiene constantemente un libro en las manos (me expreso en forma figurada, el individuo en cuestión puede leer tanto en formato físico como e-books) y entiende lo que lee, es un buen lector; no me meto ni con sus libros ni con sus autores preferidos, eso es asunto de cada uno y sobre gustos no hay nada escrito.
Pecando de autorreferente, les cuento algo. Asisto a un taller literario, con gran variedad de asistentes (variedad tanto en rangos etarios como en gustos), de entre los más jóvenes hay un chico que se va a lo clásico, la mayoría de sus lecturas son de siglos pasados; otra chica, más joven que yo, sólo le hace la literatura juvenil, ¡y ambos son excelentes lectores! Porque a pesar de la diferencia de géneros, han leído una cantidad enorme de libros y puedes entablar una conversación sobre literatura que de seguro algo de provecho te dejará.
Da igual nuestras preferencias a la hora de escoger un libro; lo importante es leer, quizás comencemos leyendo cosas como Crepúsculo, pero poco a poco vamos formando nuestro "paladar literario", además, en la variedad está el gusto.
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